III Encuentro de LATINOAMERICANA.

Asociación de Revistas Académicas de Humanidades y Ciencias Sociales

Volante 01 anuncio Foro 2017.

 

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo invita a todos los directores y Editores a participar en el III Congreso Internacional Nuevos Horizontes de Iberoamérica desde el 8 al 11 de noviembre en el que LATINOAMERICANA. Asociación de Revistas Académicas de Humanidades y Ciencias Sociales tendrá su III Encuentro para discutir acerca de los ejes temáticos de calidad, difusión y evaluación de Revistas Académicas. Para este III Encuentro, queremos centrar el debate en las políticas que afectan a la actividad científica, en particular a la edición y publicación con el fin de generar discusión y acuerdos entre los editores de los países asistentes. Es por ello que llamamos a nuestros asociados a enviar trabajos relacionados con el tema de “Debatiendo la construcción de políticas editoriales científicas en América Latina”.

Aquellos interesados deben enviar sus propuestas a Mónica Barrientos, secretaria de LATINOAMERICANA revistas.latinoamericana@gmail.com con copia a Gerardo Tovar siciliatovar@gmail.com, coordinador del Encuentro en la Universidad de Cuyo.

Esperamos sus propuestas antes de 30 de septiembre de 2017.

La información más detallada del Congreso se encuentra en el sitio web: http://congresonuevoshorizontes.weebly.com

La publicación científica como placebo

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Roberto Polanco-Carrasco
Editor Científico (cuadernos@neuropsicologia.cl)
Cuadernos de Neuropsicología Panamerican Journal of Neuropsychology

No sería extraño que entre los criterios considerados por los autores a la hora de escoger una revista para publicar, encontremos algunos que calificarían como placebo. El efecto placebo, suele  ser sinónimo de algo inútil dentro de los tratamientos en salud. También es usado por la ciencia médica como instrumento metodológico para descartar, e incluso desacreditar, diversos tratamientos por ineficaces y/o perjudiciales.  Si bien es cierto que en el placebo, no hay un principio activo que justifique su uso, es posible observar  efectos concretos y medibles en las personas tratadas con ellos.

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El problema no es el paper

Dr. Manuel Loyola
Coordinador Foro de Editores Científicos de Chile
Académico IDEA-USACH

Hace unos tres años apareció en la Revista Chilena de Literatura un trabajo del filósofo José Santos Herceg titulado La tiranía del paper donde, con la claridad y calidad expositivas que le conocemos, hizo una profunda defensa de las amplias y tradicionales maneras de expresión discursiva (por sobre todo escritas) que han practicado las Humanidades. Como lo sabrán quienes hayan leído el texto de Santos, su artículo tuvo por propósito no solo reivindicar y revalorar la riqueza del decir y “saber” humanístico mundial y latinoamericano, sino, a la vez, interceder para que su práctica no siga (como ha ocurrido) estando en desmedro de la creciente omnipresencia de la modalidad escritural paper, a su juicio, instrumento principal de la logofobia (Foucault) que desde hace un tiempo más bien reciente ha venido imponiendo el poder moderno a fin de controlar y morigerar la peligrosidad de la palabra abundante y libremente dicha.

Estando de acuerdo con la preocupación del autor aludido, es posible que él coincida con el hecho de que la forma paper de escritura científica no es en sí el problema que deberíamos criticar, sino la manera cómo tal formato se ha impuesto como dispositivo casi único por obra y gracia de las instituciones que así lo han querido. En su escrito, Santos reconoce este asunto, al mencionar a las universidades y a CONICYT – FONDECYT como las entidades que han adoptado y exigido a sus demandantes formar filas tras la disciplina paper como factor nada despreciable para obtener financiamiento a sus proyectos o solicitudes de becas. Ahondemos un poco más sobre estos dos aspectos.

Que el paper no sea, de acuerdo a mi visión, el malo de la película, implica valorarlo en lo que le corresponde y aporta. En primer lugar, no es cierto que el paper en nuestro medio sea un producto breve ni efímero, según algunas de las características que le atribuye Santos. Desde luego, en América Latina los artículos en Humanidades son, en general, de no baja extensión (10 páginas como mínimo; si los hay más breve no es porque los editores así lo instruyen). Por su lado, lo de efímero bien puede deberse a la propia calidad del texto, en tanto que su perdurabilidad toca más a asuntos de mala gestión de la información que hacen autores, revistas e instituciones, que a designios inscritos en la forma paper.

Otros reparos que debemos hacer a lo expuesto por Santos es que el inglés no es la lengua preferente de las humanidades en la región; al contrario, es el castellano, y nada indica que esto vaya a cambiar más adelante. Esto es fácil de corroborar al mirar las bases de textos de las principales plataformas de la edición científica Iberoamericanas: RedALyC, Dialnet, SciELO, entre otros recursos. La expresión de que el español no es idioma de paper solo puede tener validez en caso que se esté buscando publicar en revistas anglosajonas o de otros idiomas, asunto que no es tal ni podría serlo.

Por su parte, que el problema de la autoría del paper sea manifestación de la exclusión y del “ruido” condenatorio a que nos someterían las multinacionales de la investigación y del paper, es una posición que, como diría Bobbio, acierta en lo que dice, pero falla en lo que niega. Obviamente, tratándose de una modalidad específica, requiere de quien lo asuma el cumplimiento del “rito” de las normas y procedimientos establecidos. Por lo demás, si por ocasión resultara que no el paper, sino el ensayo o la alegoría u otras modalidades de enunciación, fueran las construcciones discursivas aceptadas por la ciencia oficial, ¿acaso no se establecería para ellas un cierto canon sobre lo que es y no es ensayo o alegoría? Que algunos no quieran o no sepan redactar papers (o no quieran que sus revistas los propicien) está muy bien; pero ello no implica que la forma sea la mala o que, por no practicarla, se nos envíe a la negación en cuanto “otro”.

El paper es una modalidad válida y legítima de redacción de resultados e investigaciones, tanto o más valiosa que otras formas de presentación de argumentos o datos que, al menos en la práctica latinoamericana, ha hecho un recorrido más benéfico que perjudicial a nuestra comunicación científica, y que en el caso de nuestras Humanidades y Ciencias Sociales, ha importado un procedimiento escritural que no solo se ha adecuado a nuestras tradiciones de exposición, sino también, ha contribuido a enseñar cómo se debe comunicar. Obviamente, no se trata de un desiderátum, ni que haya que superponerlo a otras formas de locución: el propio Santos nos advierte de varias de sus limitaciones, pero esto no equivale a desestimar su contribución.

Pero no son tanto estos aspectos de estilo los que más nos llama la atención a apropósito de la lectura del artículo de Santos Herceg. Como se señalara, lo que perjudica a nuestra academia y sus investigadores y, de igual forma, a los editores de revistas científicas de la región, es que la institucionalidad del sector atribuya al artículo científico “tipo paper” preponderancia absoluta al momento de evaluar y determinar apoyos y subsidios, olvidando que existen diversas otras formas de comunicación del quehacer científico. Sin duda, se trata de un olvido que no lo es: estas otras formas están muy presentes, solo que se les deja de lado por varias razones: se les complejiza el panorama evaluativo; no tienen criterios para abordar contextos diversos; porque es más fácil hacer lo de siempre; porque no les interesa innovar y actualizar; porque habría que descomponer la estructura de poder vigente; porque, tal vez, habría que disponer de más dinero, etc.

Junto al sobrevalorado paper, los libros, los ensayos, las performances, las exposiciones, las ferias científicas, las conferencias, las evaluaciones de artículos, los trabajos de edición científica, las curatorías, los trabajos de grado y títulos, los proyectos, los desarrollos de plataformas, y numerosas otras actividades asociadas a la producción académica y científica, deberían entrar a ser parte de las grillas evaluativas y de reconocimientos, asuntos que no solo demandaría de pares expertos en la actual comunicación científica, sino también, tanto en los aparatos estatales y universitarios, de otras pautas de juicio y ponderación, de otros arreglos con las transnacionales de la investigación y la edición académicas. Claro es que una disposición de este orden altera lo conocido y lo practicado, y es tremendamente difícil por más que lo quieran que las autoridades universitarias y otras del país estén dispuestas a avanzar en un cambio. Es cosa que nos preguntemos qué hacen los servicios de información y bibliotecas de las principales universidades de Chile con los resultados de investigaciones de sus estudiantes de postgrado: salvo casos contados, nada se hace, al margen de acumular información (hoy, en soporte digital) sin que, a partir de ella, se haga gestión alguna. En gran medida esta ausencia e inacción se justifica al no disponerse de demanda que esté dinamizando su desarrollo.

Delante de este panorama, y dado el interés que la academia expone respecto de las deformaciones comunicacionales de su producción, bueno sería que ella acompañe sus críticas con acciones que aporten a la modificación en los modos de sanción de lo legítimo y la repartición de reconocimientos. El trabajo de Santos ya tiene algunos años, y no son pocos los que han visto en su contenido un ejemplo a seguir, de suerte que no ha sido para nada tan efímero su esfuerzo. Lo que no se observa, todavía, son las acciones tendientes al cambio epistémico y estructural de parte de una academia también muy poco dada a alterar sus rutinas.

Santiago, 23 de septiembre de 2016.

Segundo Encuentro

Invitación al Segundo Encuentro de LATINOAMERICANA

Estimadas(os) editores:

En el marco del I CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE REVISTAS Y REDES CULTURALES EN AMÉRICA LATINA (31 de agosto al 2 de septiembre 2016 en Santiago), LATINOAMERICANA (asociación de revistas académicas en humanidades y ciencias sociales) llevará a cabo el Segundo Encuentro de sus revistas asociadas, a base de un conjunto de actividades que damos a conocer. Sean todos cordialmente bienvenidos.

31 de agosto

11:30 / 13:15. Bienvenida. Caracterización general de las revistas de la asociación en base a la encuesta aplicada en primer semestre 2016. Opinión y diálogo con los editores. Inicio de las comisiones de trabajo.

13:15 / 14:30. Almuerzo

14:30 / 16:00. Videoconferencia de Pandelis Perakakis. “Modelos alternativos de validación y evaluación de la producción académica: hacia una sistema más eficiente, ético y transparente». Preguntas y diálogo.

16:15 / 17:45. Conferencia de Moyses Kuhlmann Jr. “Publicação em periódicos: políticas de avaliação e qualidade das pesquisas”

1 de septiembre

09:30 / 11.00. Presentación del Foro de Editores Científicos de Chile. Diálogo con invitados representantes de la Red de Investigadores en H&A y representantes de los Grupos de Estudio de Fondecyt.

11:15 / 13:00. Video conferencia de Eduardo Aguado López, Director de RedALyC. “El reto de las revistas electrónicas: del texto al hipertexto». Preguntas y diálogo.

13:00 / 15:00. Almuerzo

15:15 / 17:00. PLENARIO de LATINOAMERICANA. Construcción de agenda 2017: prioridades y compromisos.

Los conferencistas

Pandelis Perakakis es doctor en psicología clínica y de la salud por la Universidad de Granada. Es investigador postdoctoral en el grupo de fisiología humana en el Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada. Su ámbito de interés se centra en la fisiología cardiorespiratoria, la física estadística, la neurociencia cognitiva y la economía experimental. Es fundador y director de la organización internacional Open Scholar que promueve nuevas estrategias de colaboración académica y transparencia científica [Más información].

Saúl Sosnowski es fundador y director de la revista de literatura Hispamérica. Dirige el Departamento de Español y Portugués y el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Maryland, EEUU. [Más información]

Eduardo Aguado López es doctor en enseñanza superior. Fundador de Redalyc (Red de Revistas Científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal). Es sociólogo e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM). [Más información].

Moyses Kuhlmann Jr. Pesquisador sênior do Departamento de Pesquisas Educacionais da Fundação Carlos Chagas, Editor Responsável de Cadernos de Pesquisa; Docente da Universidade Católica de Santos, Programa de Pós-Graduação em Educação. [Más información]

Editores científicos y métricas alternativas

Por Andréa Gonçalves do Nascimento (aandreafg@gmail.com) Maestra en Biblioteconomía por UNIRIO y autora de Guía Práctica de Altmetría para Bibliotecarios.

Fuente original: http://www.abecbrasil.org.br/novo/2016/06/editores-cientificos-e-as-metricas-alternativas/

Traducción: Manuel Loyola, Foro de Editores Científicos de Chile https://www.facebook.com/editorescientificoschile

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A estas alturas es muy probable que la mayoría de los editores científicos en Brasil haya oído hablar de altmetrics (en portugués, altmetria; en castellano, altmétricas, o métricas alternativas), si bien no sepan lo que eso realmente significa y cuál es el impacto que puede tener sobre su trabajo.

En este blog se han publicado recientemente post de Átila Iamarino y Solange Santana apuntando a la importancia de las redes sociales y de las métricas alternativas para las revistas científicas. Ahora retomo el tema para hablar sobre los beneficios y algunos desafíos que enfrentan los editores para adoptar el uso esas herramientas.

La altmetría representa una nueva manera de medir el alcance o la influencia de los trabajos académicos, a partir de su repercusión online y en las plataformas de los medios de comunicación social. En lugar de medir el impacto de un trabajo considerando solamente las citas recibidas en otros trabajos publicados, la altmetría se propone proporcionar una visión más amplia del impacto, monitoreando actividades antes inexistentes o ignoradas, tales como interacciones en redes sociales, menciones en la prensa, revistas y blogs, o el uso de los resultados de investigación en políticas públicas, por citar algunos ejemplos.

La altmetría también permite observar otros tipos de producción que acompañan o están más allá de los artículos científicos, como son los conjuntos de datos, la literatura gris, informes, videos, posteos en blogs y otros contenidos de valor potencial.

Estas nuevas métricas pueden y deben ser usadas conjuntamente con los indicadores de impacto tradicionales, como los conteos de citas y la revisión de pares, a fin obtener una visión más comprehensiva del valor e influencia de un trabajo científico, tomando en cuenta los diversos aspectos donde tal trabajo demostró su impacto.

La mayoría de los autores desea saber cómo su trabajo es recibido por sus pares. Lo mismo ocurre con los editores de journals científicos. Uno de los beneficios de la altmetría es permitir que los autores vean dónde y por quién su investigación está siendo discutida y compartida, abriéndose una posibilidad de comunicación entre los investigadores o, aún más, revelando posibles desarrollos del trabajo de los que el autor ni siquiera tenía conocimiento. También puede descubrir que sus resultados no están siendo vistos o comentados, lo que le permite contar con antecedentes para mejorar su quehacer y la propia divulgación de su trabajo.

Toda esta dinámica también es útil para los editores científicos al usar las métricas alternativas no sólo para constatar la repercusión online de lo que publican, sino para tener una mejor comprensión de su audiencia, interactuando en las discusiones que puedan darse sobre algún artículo en blogs y sitios de medios sociales, aumentando la visibilidad del artículo y de la revista. Otro beneficio para los editores científicos radica en usar altmetrics para detectar temas candentes en su área, así como para identificar y analizar trabajos con alto potencial de citación futura a base de la repercusión online inmediata [1].

Cabe destacar que el aumento de la visibilidad y de la circulación de un artículo depende, en gran parte, del papel activo de los autores y editores en promover esos contenidos. En Estados Unidos y Europa la importancia de los medios sociales en la difusión de los trabajos académicos es reconocida por muchos autores, y los journals de grande tamaño, como Nature, Science, PLOS, y editoras internacionales, como Elsevier y Springer, hace bastante tiempo adoptaron estrategias de media sociales para la divulgación de sus contenidos, para potenciar el alcance de los artículos publicados en esas revistas. Las principales editoras académicas internacionales –Elsevier, BioMed Central, Nature, Springer, Emerald, Wiley, High Wire Press, Ingenta, Taylor & Francis– también han suscrito acuerdos con los proveedores de herramientas de altmetría, e incluyen métricas alternativas en sus artículos online.

Aparte del mainstream, los journals que más pueden beneficiarse de la altmetría son:(a) aquellos enfocados en nichos muy específicos, para quienes es importante conocer bien quiénes son sus lectores y posibles colaboradores, (b) revistas que no están cubiertas en los JCR y, por lo mismo, no poseen cálculos de impacto, y (c) aquellos destinados a un público bastante más amplio que el académico, como las publicaciones con trazas de divulgación científica. Para esos tipos de medios, que acostumbran a tener más dificultades para justificar su relevancia y la necesidad de recursos para mantenerse, la altmetría puede ayudar a revelar nuevas dimensiones de uso y de influencia, identificando tendencias a ser examinadas por los editores y conseguir nuevos autores sobre quienes han recaído indicadores positivos.

En Brasil, los editores científicos aún tienen un camino que recorrer para hacer un buen uso de los medios sociales y la altmetría y que estos los ayuden a mejorar el desempeño y el alcance internacional de sus publicaciones. Para ello, deben invertir en cambios que les permitan superar y vencer los desafíos que implica implementar con éxito tales recursos. Sabemos que la mayoría de las revistas brasileñas enfrenta la falta de recursos para crear y poner en ejecución una estrategia de marketing online; mas, la experiencia muestra que vale la pena invertir en el uso de redes sociales para aumentar la visibilidad, así como en herramientas de medición y análisis para entender mejor quién es el público que efectivamente accede a sus artículos. Revistas que han seguido ese camino destacan, entre los principales impactos percibidos, una respuesta inmediata en la cantidad de accesos, la diversificación del público de la revista, el aumento de la visibilidad de la publicación dentro y fuera de la institución de origen, un crecimiento del número de accesos al sitio de la revista -sobre todo a los artículos que más destacan en la divulgación-, el aumento en el número de propuestas y en la variedad institucional de los autores que allegan trabajos a la revista, además de una mayor preocupación por dialogar con su público [2, 3].

Existen diversas soluciones tecnológicas y múltiples recursos disponibles para que los editores científicos adopten el uso de media sociales (además de Twitter y Facebook, considere también la divulgación en LinkedIn y en redes sociales académicas, como Academia.edu o Mendeley) y de métricas alternativas (como Altmetric for Publishers y PLOS ALM, cuyo plugin puede ser instalado en la plataforma SEER). Independiente de la solución escogida, llamamos la atención respecto de algunas medidas que ciertamente colaboran mucho para garantizar el buen desempeño en esta actuación.

  • Construir una presencia en las redes sociales por medio de perfiles oficiales con actualización constante, ayuda a aumentar la visibilidad de los artículos y la oportunidad de que sean leídos, compartidos y comentados online.
  • Investigar y entender cuáles son las plataformas online más usadas por los lectores de su revista, el tipo de interacciones predominante en ese público (visualizaciones, downloads, participaciones, comentarios), y el tipo de contenido que recibe más atención, puede ayudar a los editores a planear mejor la divulgación online de los artículos publicados.
  • Usar un identificador digital único para los artículos, como el DOI, que es usado por las herramientas de altmetría para rastrear y medir de forma inequívoca las citaciones online.
  • Incentivar a los autores a usar y mantener actualizado su registro de autor en ORCID, con links para la producción publicada en las revistas brasileiras.

Se debe recordar que las métricas alternativas complementan (y no sustituyen) a los indicadores tradicionales basados en citas, que continúan siendo ampliamente aceptados y reconocidos por la comunidad académica. Siempre que sea posible, lo ideal es utilizar una combinación de diferentes métricas para dar una visión más completa sobre el impacto o la influencia de los artículos (y las revistas). La altmetría es un área relativamente nueva, no obstante, es una tendencia que no puede ser ignorada; de hecho, ya está siendo explorada por editores científicos de otros países para medir y comparar la influencia de sus publicaciones. La internacionalización de nuestras revistas ciertamente pasa por la adopción de los mismos patrones y tecnologías usadas por esos países.

Referencias

[1] BRODY, T; HARNAD, S; CARR, L. Earlier web usage statistics as predictors of later citation impact. Journal of the American Society for Information Science and Technology, v. 57, n. 8, p. 1060–1072, 2006.

[2] BENCHIMOL, J. L; CERQUEIRA, R. C; PAPI, C. Desafios aos editores da área de humanidades no periodismo científico e nas redes sociais: reflexões e experiências. Educação e Pesquisa, São Paulo, v. 40, n. 2, p. 347-364, abr./jun. 2014.

[3] MEDEIROS, C. F; BARATA, G. Em busca de maior visibilidade, periódicos brasileiros investem nas redes sociais. In: Workshop de Editoração Científica, 8, 2014, Campos do Jordão. Anais… Campos do Jordão: Associação Brasileira de Editores Científicos, 2014.